Crónica: El Bosque de los Libros 2015

Por segundo año consecutivo, desde la Fundación Cultural de Cercedilla, hemos vuelto a realizar la actividad de El Bosque de los Libros.

Claudia y Paloma ante el rincón de cerámicaTambién en esta ocasión hemos contado con la estrecha colaboración de la Asociación de Artesanos, que nos ha vuelto a demostrar su buen hacer y que, en muchos casos, Artesano es sinónimo de Artista. Por supuesto damos gracias a todos los que han ayudado en la puesta en marcha de esta actividad, agradeciendo también la ayuda y colaboración al Ayuntamiento de Cercedilla.

El día 23 de Abril es promulgado como el Día Internacional del Libro por la UNESCO, en conmemoración de tres grandes escritores: el entierro de Miguel de Cervantes Saavedra (según el calendario gregoriano), la muerte (y probablemente también el nacimiento) de William Shakespeare (según el calendario juliano) y la muerte de Garcilaso de la Vega. La Fundación Cultural de Cercedilla, con el espíritu que promulga ese día, preparamos varias actividades a realizar en el Centro Cultural «Luis Rosales».

Todos decimos que el saber no ocupa lugar, y siempre nos sale ese axioma cuando hacemos mudanza y llevamos en nuestras manos la décima caja llena de libros. Es decir, que todos asimilamos “Libro”, con “Saber”. Eso mismo nos pasa a los componentes de la Fundación y en las mismas circunstancias.

El viernes 24 empezaron las actividades con un Cine-Fórum y la proyección de la película dirigida por Francois Truffaut “Farenheit 451”, haciendo referencia este título a la temperatura, en gradosJavier presentando la película Farenheit ,a la que arde el papel, y, por extensión, los libros. Con esta simple explicación ya se puede saber en parte el argumento de la película. El coloquio posterior al visionado de la película fue dirigido por Javier López Iglesias junto con Tote Navalón.

El sábado por la mañana, todos los libros que tiene la Fundación ya estaban expuestos en el Centro Cultural, a la espera de ser salvados del polvo y del olvido. La intención es que toda aquella persona que lo deseara se llevara cuantos libros quisiera, e incluso, que trajera los suyos para dejar allí y fuesen adoptados por quien se los quiera llevar a su casa. Así de sencillo y de simple. Una especie de idea de volver al antiguo trueque.

Los libros llegan a la Fundación casi siempre por donaciones de bibliotecas que, altruístamente, hace la gente. Nosotros les damos salida de esta manera. Pero no es la única. También se “liberaron” libros por diferentes puntos de Cercedilla (con la misma filosofía del BookCrossing), con una pequeña leyenda en su interior explicando porqué ese libro estaba allí, y que venía a ser una agradable sorpresa por parte de quien lo encontraba. Si tú que lees esto, has sido uno de los que ha encontrado uno de los libros liberados, ¡Enhorabuena!

El sábado por la mañana empezó el intercambio de libros a las 11:30, y en seguida la gente empezó a pasar por allí para intentar llevarse algún tesoro a su casa. Los libros abarcaban todas las temáticas, y todas las edades. Era digno de ver gente de toda condición, con la cabeza ladeada, mirando e investigando por cada una las mesas, mientras los más pequeños, tirados en el suelo, comenzaban ya la lectura sin esperar a llegar a casa.

Para los más generosos teníamos una caja con forma de libro (cuya manufactura ha sido llevada a cabo por Petri Ochoa y Mariano Cifuentes), y en ella cada uno aportaba una pequeña donación si así lo creía conveniente. Los libros estuvieron expuestos hasta el domingo a las tres de la tarde, e, igualmente que el año anterior, fue un éxito completo y el público nos dio la enhorabuena por la idea, y por la estética que dio forma a todo el evento (mérito de los artesanos).

 Después, a las 13:00 se hizo la presentación oficial de los documentos recuperados y restaurados sobre la declaración del pueblo de Cercedilla como Villa en 1630, a cargo de Tomás Montalvo, Cronista Oficial de la Villa, y Pedro Barbachano, restaurador de dicho documento.

Realizando las páginas del Libro de Cercedilla

El sábado por la tarde, a las 17:30 contamos con la realización de un taller de Marcapáginas para los más pequeños. También, con la ayuda de ellos, se realizó El Gran Libro de Cercedilla, donde cada uno pudo dibujar y escribir aquello que quiso.

Después del taller, a las 19:30, vino el cuentacuentos Boni Ofogo. Un camerunés grande, divertido, con una sonrisa cautivadora y con una gran sabiduría a la hora de contar esa tradición oral de los cuentos africanoBoni hipnotizándonoss. Nos hizo una demostración de algunos de los ruidos de la selva, incluidos cantos de pájaros, y rugir de fieras. Lo pasamos muy bien, nos reímos y le ayudamos según él nos iba pidiendo a contar sus cuentos. Pero algunos se asustaron mucho, preguntad a los niños de la primera fila y os podrán contar el salto que de vez en cuando pegaban cuando Boni, haciendo un silencio dramático, alzaba la voz de repente para enfatizar alguna parte del cuento. Después todos reíamos, incluidos los niños a los que casi se les sale el corazón por la boca. Y, hablando de corazón, “Gracias, Boni, por llevarnos a ese mundo tuyo, a través de tu voz y de tu sabiduría”.

El domingo por la mañana, a las 12:30, tuvimos con nosotros al Septeto Merak, que, como su nombre indica, no son ni seis ni ocho (esto es parte del saber que dan los libros). Nos deleitaron con un concierto acumulativo, consistente en que, partiendo de un músico que hacía una primera interpretación de una obra, desSepteto Merakpués salían dos y, progresivamente sumándose cada uno más, hasta los siete componentes.

Interpretaron obras de Falla, Ravel, Debussy, y Strauss entre otros. La pieza cumbre fue Metamorphosen de Richard Strauss, una obra profunda y grave que el público disfrutó contagiado de su dramatismo, demostrándolo con un silencio sepulcral para, una vez terminada y con el corazón encogido, dar rienda suelta a la tensión aplaudiendo con satisfacción y placer.

Antes de cada obra, y mientras los componentes ocupaban su lugar, nos iban explicando aquello que íbamos a escuchar, haciendo del concierto también una actividad pedagógica que todos valoramos sintiéndonos más involucrados en la música y rompiendo ese halo de seriedad y encorsetado que a veces tienen los conciertos de música clásica, sin perder por ello el rigor y buen hacer.

Marta García-Patos y Sergio Méndez del septeto MerakDamos las gracias a todos los componentes del Septeto, aunque le enviamos un saludo más cariñoso a Sergio Méndez, que fue quien nos propuso el concierto y con el cual comentamos y ajustamos todos los detalles previos al mismo, y, contaremos un secreto, es vecino de Cercedilla y profesor de violoncello de la Escuela de Música y Danza de Cercedilla. Gracias y enhorabuena a todos.

El domingo por la tarde de nuevo descubrimos que el saber ocupa lugar y pesa como un demonio, pues tuvimos que recoger no menos de treinta cajas de libros y llevarlas de nuevo a la sede de la Fundación. Pero, aunque los riñones estaban resentidos, nos encontramos satisfechos por el éxito de todas las actividades, y el año que viene os esperamos a todos de nuevo con más propuestas culturales.

Gracias a todos.

Jesús Mª Escurín.
Patrono de la Fundación Cultural de Cercedilla.