Un año más hemos realizado El Bosque de los Libros, y como en las anteriores ocasiones, la aceptación por parte de la gente ha sido muy positiva.
Me gustaría empezar por dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado de manera desinteresada, al Ayuntamiento, a la Asociación de Artesanos, a La Carpintería, y a todos los que con su presencia han hecho de las actividades algo vivo y dinámico.
Empezamos el viernes por la tarde con una sesión extra de nuestro ya consolidado Cine Fórum, proyectándose la película “Testigo de Cargo” de Billy Wilder. Con anterioridad habíamos recomendado la lectura del relato del mismo nombre de Agatha Christie, con la idea de comentar la adaptación del mismo a la pantalla. Esa era la conexión que hicimos entre Literatura y Cine.
Fue unánime el comentario de cómo este relato corto, con un estilo escueto y parco en descripciones, llevado al cine se convierte en una película llena de matices y guiños, con personajes bien construidos, y con un impresionante giro final que no tiene el relato. Es necesario mencionar el excepcional trabajo que hacen Larry Marcus, el propio Wilder y Harry Kurnitz en la adaptación del texto. La película ofrece un clima de humor y burla con el que no cuenta el relato. Parece ser que a la propia Christie no le gustó nada, sin embargo todos los allí reunidos apuntamos que nos había gustado mucho ese toque Wilder. No es buena idea comparar literatura y cine, cada arte tiene sus reglas y su formato, no es una mejor que el otro, son formas diferentes de contar, aunque muchas veces están en estrecha unión y ambas artes se alimentan de manera mutua.
Todos salimos con un buen sabor de boca de la sala, valorando una vez más ese buen cine sin efectos especiales, en el que lo que prevalece es el buen hacer de todos los que participaron para contar una buena historia. Tal vez este sea el punto de unión entre cine y literatura: ambos cuentas historias, cada uno a su manera.
El sábado por la mañana un buen número de niños estaban deseosos de entrar y participar en el Taller de Ilustración. Paloma Capuz, presidenta de la Asociación de Artesanos, se los echó a la espalda, con esa generosidad que tiene (muchas gracias, Paloma) y allí pasaron un buen rato ilustrando sus trabajos. Después se pasaron por la zona en la que estaban los libros para que cada uno cogiera aquellos que más le gustaban.
Una niña pequeña se llevó no menos de veinte. Me la puedo imaginar en su casa, tumbada en el suelo, rodeada de aquel tesoro que había encontrado, disfrutando de la lectura y de las ilustraciones. Y después, por la noche en la cama, soñando con esas historias que había leído, o que le habían leído. Todos los padres y abuelos que pasaban por allí comentaban que lo que más les gustaba a sus niños era que por las noches les leyeran un cuento, y que no lo perdonaban nunca. Se entiende el entusiasmo de los enanos cuando vieron tantos cuentos juntos para ellos.
Después vino el Concurso de Pasapalabra que diseñaron para la ocasión Ricardo Gómez y Rafael Reig, que forman parte del colectivo “La Carpintería”. De manera por completo desinteresada y sin cobrar un real, estuvieron trabajando en el diseño de las preguntas que en esta ocasión tuvo el tema de la Generación del 27. Sí, como sucede en toda competición unos ganaros y otros perdieron, pero en realidad ganamos todos porque salimos de allí sabiendo muchas más cosas. No se trató solo de acertar preguntas, sino que se leyeron poemas, se contaron anécdotas, y nos divertimos mucho. Mención aparte merecen las guapas azafatas que ayudaron en el concurso, declamando, leyendo preguntas, y llevando junto a los carpinteros las riendas de la actividad. No, no eran chicas florero. Gracias a Ana y a Esther.
El sábado por la tarde tuvimos la presentación del cuento “Un nido para protegerse de la rapiña y las alimañas”. Estuvieron con nosotros los autores, Rafael Sánchez-Mateos Paniagua, escritor, y Antonio Ballester Moreno, pintor, así como los editores Silvi y Eneas. Nos hablaron de cómo se gestó la idea del cuento, los avatares por los que fueron pasando, y la concreción última en un cuento excepcional para niños y adultos. Nos envolvieron con su entusiasmo y de alguna manera casi nos sentimos autores con ellos por la manera de contarnos todo lo que habían trabajado y disfrutado de ese hermoso trabajo que es hacer un libro. Los editores nos contaron cómo han tenido esta idea tan “loca” de hacer una editorial, este es su primer libro. Coincido con todos ellos en que es muy agradable dejar un nuevo ser (en este caso un libro) en nuestro planeta Tierra.
Y llegó el domingo. Tuvimos la suerte y el lujo de contar en concierto con Javier Bergia y Begoña Olavide, que nos presentaran su último disco al alimón, “Burlesco”. Una selección de poemas de poetas españoles de todos los tiempos con el punto en común de sus letras satíricas y burlescas tan propias de nuestras tierras. Fue un placer disfrutar de una interpretación maravillosa, cercana y muy profesional. No solo cantaron y tocaron, sino que nos presentaron a los poetas con comentarios enriquecedores que nos hicieron más cercana la música. Literatura y Música.
Y qué decir de ese instrumento increíble que es el salterio y que Begoña acaricia y pulsa sobre sus piernas. Incluso contamos en el concierto con la presencia del constructor del instrumento, Carlos Paniagua, luthier de prestigio mundial, que hace laúdes, zanfonas y liras. Qué suerte que haya gente así a nuestro lado que nos acerca un poco al mundo real, ese de los artesanos, de la gente de a pie, del trabajo bien hecho y duradero; ahora que lo virtual y lo digital nos invade, y que casi todo es de usar y tirar. Damos las gracias a estos tres artistas tan profesionales.
También el domingo por la mañana Paloma Capuz estuvo impartiendo un Curso Básico de Encuadernación accesible tanto a adultos como gente menuda. Todos salieron de allí con su trabajo hecho y satisfechos de él. ¿Tengo que decir que, al igual que los Carpinteros, no pidió ni un centavo por la colaboración? Pues lo digo.
Durante todo el fin de semana, mientras se realizaban estas actividades concretas, estuvieron a disposición de todos, libros de una temática variada que pudieron llevarse a sus casas para disfrutar con su lectura. Personas generosas dejaron una donación y otros contribuyeron con más libros para incorporar a los ya existentes y ampliar la oferta. Gracias a todos.
A pesar del trajín que tuvimos, todos los que participamos en esta nueva edición de El Bosque de los Libros, estamos satisfechos con el trabajo realizado, y esperamos que el año que viene tengamos de nuevo la oportunidad de volver a ofrecer más actividades para disfrutarlas entre todos.
Una vez más, gracias a todos.
Jesús Mª Escurín,
Patrono de la Fundación Cultural de Cercedilla.